Llegó a ese tenebroso lugar, lleno de ruidos, gritos, risas
y murmullos, ella miraba el suelo como si buscara algo perdido, subió las
escaleras para poder llegar a su sala,
observó bien el número para verificar que no se equivocó, respiró hondo
y toco la puerta, le abrió un profesor, era nuevo, ella solamente lo miro,
posteriormente ignoró y se dirigió a su asiento, el último de la última fila, a
un extremo, el más apartado y exiliado, perfecto. Miró a todas direcciones
buscando a Naomi, al parecer aún no llegaba, llamó a su celular pero no
contestó, dejó su mochila en su pupitre, saco de allí un libro muy gastado y comenzó
a leer, de fondo se escuchaba al profesor, una voz dulce y tranquila, pero con
gran autoridad, a esta chica le empezó a gradar esa voz, su lectura se hacía más
amena, sus compañeros le daban extrañamente mucha atención, pocas personas
hablaban, pero si lo hacían eran tímidos murmullos, el ambiente para ella era
totalmente genial, mejor de lo que podría haberse imaginado. . . De pronto se
escucha la puerta, la chica levanta rápidamente la mirada como si de alguien
muy importante se tratara y así era, había llegado Naomi, se observaba su respiración
acelerada y su sonrisa de nerviosismo, pero esa sonrisa cambió drásticamente a una muy amable cuando se percató de la
presencia de la chica.
La chica leía un libro muy interesada, releía y ojeaba las
páginas siguientes, unos pasos cerca de ella se hicieron presentes, pero ella
no les dio importancia, su lectura era realmente cautivadora y estaba atrapada
en ella, de a poco sintió una presencia muy cálida, gentil y acogedora, se sintió
en paz y sonrió, cuando se percató quien se trataba se quedó inmóvil, se amarró el
cabello ya que le molestaba en su lectura y la presencia de voz
amable habló.
-¿Tan importante es ese libro que mi clase señorita?- Dijo
el profesor que estaba parado al lado de la chica hace muchos minutos.
La chica simplemente cambió la página y prosiguió con su
lectura, el profesor se quedó observándola por un buen tiempo y después se marchó
hasta al frente del salón, prosiguió con su clase. Al llegar el recreo Naomi fue corriendo donde la chica, se
puso en cuclillas apoyada en el pupitre y sonrió.
-¡Gracias!, sin ti no
me hubiera despertado, después de llamarte me quedé dormida, me despertó
tu llamada, no puedo creer que haya pasado eso, mi padre me reprendió,
no fue agradable-Dijo Naomi.
-De nada, no quería venir por mi libro he irme sin él-Respondió
la chica.
-Lo supuse, siempre es por los libros-sonrió-¡Oye!, no puedo
creer que hayas ignorado así al profesor, supongo que le habrás agradado ya que
no te dijo nada por tu comportamiento, él es muy bondadoso y al parecer muchas chicas
están a la siga de él, yo creo que es muy apuesto, ¿No crees?-
-¿Ah?, no lo sé, no me fijé, estaba leyendo mi libro, estaba
en la parte del clímax, no podía dejarlo-
-Has leído ese mismo libro más de 50 veces, ¿No te cansas?-
-¿Cómo podría?, es mi libro favorito, tiene todos los
requisitos, cumple con mis expectativas y cuando lo termino de leer siempre lloro,
no importa cuántas veces lo lea, siempre me emociona el final, es simplemente…-
-¡Ya entendí!, al parecer tú y tu amante que no carece de
tinta deben pasar tiempo a solas, ¡Despierta!, ¡El profesor es un verdadero bombón!-
-En serio, no me interesa, no estoy interesada en un
cuarentón, soltero que no le alcanzó el puntaje para hacer algo que le gusta y
se resignó por la educación-
-Vaya prejuicio, no creo que él calce en esa descripción, de
seguro que tiene pareja, no es un cuarentón y se ve que disfruta lo que hace,
amiga, deja de decir cosas al azar solamente para no fijarte en lo que tienes delante
de tus ojos-
-Bla, bla, bla, ¿Acaso quieres que lo vea y te diga que es
lindo?-
-¡Claro!, demuéstrame que eres normal-
La chica suspiró y levanto la mirada –Es lindo- prosiguió
con su lectura.
-¡Ni siquiera lo miraste!-
-Da lo mismo, si piensas que es lindo es suficiente para mí, tu
visión de la belleza es ciega y eso me gusta, te creo Naomi, ahora déjame seguir
leyendo que esto esta interesante-