La vida se va como arena entre los dedos, los años son
sólo semillas en un frasco, se ven muchas, pero si las tomas y desparramas por
el piso te das cuenta que no eran tantas como pensabas, la chica cree que ha malgastado
muchas semillas, pero es extraño ya que siente que no puede hacer nada para
romper ese ciclo, que todo avanza y ella se queda atrás sin poder hacer nada,
no importa lo dulce, esponjoso o acaramelado, todo seguirá igual porque. . . Ella no quiere cambiar.
-Hola preciosa- En ese instante la chica saltó de la impresión, fue culpa
del ser plomo.
-¡Imbécil me asustaste!- Respondió ella con ira.
-¿Imbécil?, vamos preciosa, puedes mas que eso- Sonrió.
-¿Quieres intentarlo?-
-No gracias, sólo voy de paso, quería saber como estas-
-¿Cómo estoy?. . . No estoy de ánimo-
-Nunca estas de animo, eso ya no es nada nuevo-
-¿Entonces porqué preguntas?-
-No lo sé-
-Interesante. . . Déjame sola-
-¿No te aburre estar sola?-
-Para nada, de hecho, me gusta-
-Mentira, sabes que no es así, pero no te preocupes, aquí todos estamos para
ti, pero no te confundas, tú necesitas personas reales que te apoyen y ayuden-
-¿Personas reales?, no. . . Eso. . . No es cierto, tu para mi eres real. . . Esta
es una realidad, la vida afuera de aquí es fantasía, no puede estar pasando,
todo es una mentira. . .-
La chica parecía confundida, tiritaba y su respiración era cada vez mas
acelerada, le costaba respirar, sus pies pesaban, estaban débiles, no servían
ni para poder mantenerse de pie. El ser plomo la miraba con gran interés,
serio, observaba cada movimiento, palabras y gestos, parecía como si analizara
todo y obtuviera respuestas. La única solución a su problema es el equilibrio y
el ser plomo se lo puede dar como ya lo hizo hace mucho tiempo, ella lo
necesita y él la necesita a ella, ambos se necesitan para sobrevivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario