Una vez me dijeron al ver mi cuarto desordenado
que yo tenía mi cabeza desordenada, no lo sé, supongo que debe de ser más
entretenido buscar las ideas que tenerlas archivadas, el desorden es muy
interesante, ya que encuentras cosas que ni sabías que tenías o que creías
perdidas hace años, recuerdas mucho momentos y te llega esa inspiración
repentina que te obliga a dejar de ordenar y comenzar esa aventura, supongo que
cuando estas ordenando hasta un bichito es más divertido. Siempre tuve problemas con “la señora” por tener mi cuarto desordenado, con promesas sin
cumplir y castigos por doquier, no requiero de una orden para poder ordenar,
porque, bueno, no me gusta hacerlo, me demoro horas y horas ya que le doy el
tiempo a cada movimiento, narro historias interesantes o creo diálogos en voz
alta, pienso que si me escucharan creerían que estoy loca, bueno, hablar con un
unicornio morado tampoco es muy sano, pero. . . -¿Conoces mi secreto?-Dije para un
ente ficticio.
-Claro que no- Respondió el unicornio morado.
-No te metas en las conversaciones ajenas-
-¿Conversación?, eras tú hablándole a la nada querida-
-¿Nada?, ¿Seguro?, mi cabeza puede tener muchos pasadizos,
trampas y cuartos secretos, no podrías diferenciar la realidad de la utopía es un
desorden de magnitudes bíblicas, ¿No crees?-
-Por supuesto, pero, yo pensé que. . .-
-Da lo mismo, en todo caso, estabas errado-Sonreí.
El desorden es parte de mi “ahora” y no quería dejarlo, no
quiero ser mayor y ya no tenerle miedo a los monstruos, -¿Monstruos?-, claro, cualquier "ser" puede entrar a mi cuarto en medio de la noche, mientras duermo, leo o
escribo, cualquier ruido es sospechoso, el crujir de la madera, el sonido de
las bolsas, todo es una dulce paranoia, pero, ¿Sabes cómo se puede pillar a un
monstruo o ser?, claramente con trampas, desde la última tecnología hasta las más
arcaicas, construir trampas para seres es estúpido, supongo, por eso está mi
desorden, nadie puede entrar sin ser oído, ni caminar sin que pareciera que
practican algún ritual extraño, hojas, ropa, bolsas, cajas, lápices, peluches,
hasta alfileres pueden estar en el piso, no hay hueco sin un algo allí. También
debajo de la cama está lleno de cosas, una persona o un “monstruo” no cabe
allí, es lo que me limito a pensar, ¿Ingenioso?,
no lo creo, pero si ayuda a mi paz, es como cuando te asustas y te colocas en
un rincón o tapas con las sábanas, crees que estas a salvo, pero lógicamente no
lo estás, pero si ayuda. Mi cuarto es mi fortaleza anti monstruos o humanos, es
magnífica y perfecta, es un desorden claramente ordenado, infalible, bueno, es
lo que me conviene pensar.
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