La chica corrió rápidamente a su socorro, asustada,
preocupada, aceleradamente abrió la puerta, allí al otro lado se encontraba
Matt con una gran sonrisa.
-Hahaha-Rió-Has abierto la puerta, ilusa y tierna como siempre-Dijo
Matt.
-¡Idiota!, en verdad me preocupaste-
-Lo sé, lo sé, siento haberte preocupado-Dice mientras le acaricia la
cabeza-sólo pensé que no me abrirías, me fui sin despedirme. . .-
-Si. . . Dolió, mucho, pero lo sientes, así que ya es pasado-La
chica sonrió.
-Gracias-Sonrió-aam. . . ¿Puedo pasar?-
-No, digo si, osea. . .-Suspiró-caminemos mejor-
El sólo sonrió y camino junto a ella por la ciudad, ambos
estaban nerviosos, pero había un extraño cariño en la atmósfera, conversaron de
variados temas, de cómo habían cambiado y que habían logrado, ella sonreía a
ratos, pero su sonrisa no era de papel, era una sonrisa verdadera, con
sentimientos depositados en ella, este chico en realidad era especial y empezó
a endulzar nuevamente un mundo que estaba agrio.
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