Daba cortos pasos, pausados, a ratos saltaba o giraba, ella era dueña de sus movimientos, el viento hacia que su pelo danzara y la música la hacía desear haber nacido en otra época, pero de pronto escucho un sonido familiar, un zumbido con ritmo, buscó apresuradamente entre las cosas que llevaba en su bolso, efectivamente, era su preocupado celular que no paraba de chillar porque tenía un llamada entrante, era de él, ella guiada por sus sentimientos contestó. . .
-¿Hola?-Dijo la voz
-Hola. . .-Respondió tímidamente ella
-Desearía poder conversar contigo, sé que quizás me odies y ya no desees verme, pero por favor, déjame explicar lo que ocurrió. . .-
-¿Lo que ocurrió?, han pasado más de 3 meses, aun no lo supero, yo. . . ya no puedo seguir. . .-
-Por favor. . .-
Ella cortó, sus manos tiritaban y su voz se cortaba, dos lágrimas recorrieron sus mejillas, está confundida, no sabe que siente su corazón, si está orgulloso o está arrepentido, no sería raro que estuviera arrepentido de haber cortado ya que desde siempre ha sido un imbécil, caprichoso, impulsivo, sin amor propio. . . Su corazón no es confiable y su razón está gravemente dañada. . .
Se recostó en el pasto del parque, cerró los ojos y comenzó a analizar la situación, cuando ya llegaba al punto crucial su celular vuelve a chillar, esta vez no es por una llamada, es un mensaje. . .
“Hoy a las 18:30 pm en el parque de juegos, por favor ven”
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