martes, 2 de octubre de 2012

~Una caricia de despedida~

    Estos chicos están en el último día, la chica tiritaba y el chico la abrazaba tiernamente –Calma, calma amor mío- Le pedía el chico, ambos veían al sol amenazante y deseaban que la noche esta vez se demorara en aparecer, juntaron sus manos y se fueron a un lugar alejado en el cual nadie molestaría, ambos se lo habían prometido: Ellos harían muchos recuerdos juntos. Se recostaron en el estambre, ambos estaban muy nerviosos, se miraban a ratos cómplices y la chica sonreía, el chico le comenzó a quitar el chaleco lentamente, después prosiguió con la blusa botón por botón, él acariciaba su cuerpo, lo besaba, tocaba, apretaba y jugaba, la chica estaba sonrojada, tenía pudor y no podía mirar, se tapaba su boca suavemente con sus manos, su cuerpo respondía a las acciones del chico, su respiración era cada vez más poderosa. El chico se sacó su polera y comenzó a besarle suavemente el cuello, se deshizo del sostén y prosiguió contemplando su hermosa figura, le quito los pantalones y por último su calzón, ella ya no podía ni siquiera abrir sus ojos, estaba feliz, nerviosa, deseosa. . .

     Los minutos avanzaban rápidamente sin piedad alguna, estos chicos unieron sus cuerpos con un lazo de amor, estaban felices, ella le dedicó su primera noche y el conoció lo fuerte que es el amor humano, se dejaron llevar por sus impulsos y sus instintos, cada movimiento obtenía una reacción, cada caricia, cada sonrisa,  hasta que llegaron a ese punto en el cual ninguno obtenía fuerzas del cielo como para poder proseguir, jadeantes y con una sonrisa en sus labios se abrazaron hasta que interrumpió la noche.   
    El chico comenzó a vestir cariñosamente a la chica y después prosiguió consigo mismo, ambos reflejaban una cara entre felicidad y tristeza, no querían llegar a la despedida, ya que este adiós sería para siempre.

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