Estos chicos están en el último día, la chica tiritaba y el
chico la abrazaba tiernamente –Calma, calma amor mío- Le pedía el chico, ambos
veían al sol amenazante y deseaban que la noche esta vez se demorara en
aparecer, juntaron sus manos y se fueron a un lugar alejado en el cual nadie
molestaría, ambos se lo habían prometido: Ellos harían muchos recuerdos juntos.
Se recostaron en el estambre, ambos estaban muy nerviosos, se miraban a ratos
cómplices y la chica sonreía, el chico le comenzó a quitar el chaleco
lentamente, después prosiguió con la blusa botón por botón, él acariciaba su
cuerpo, lo besaba, tocaba, apretaba y jugaba, la chica estaba sonrojada, tenía
pudor y no podía mirar, se tapaba su boca suavemente con sus manos, su cuerpo
respondía a las acciones del chico, su respiración era cada vez más poderosa. El
chico se sacó su polera y comenzó a besarle suavemente el cuello, se deshizo
del sostén y prosiguió contemplando su hermosa figura, le quito los pantalones
y por último su calzón, ella ya no podía ni siquiera abrir sus ojos, estaba
feliz, nerviosa, deseosa. . .
Los minutos avanzaban rápidamente sin piedad alguna,
estos chicos unieron sus cuerpos con un lazo de amor, estaban felices, ella le
dedicó su primera noche y el conoció lo fuerte que es el amor humano, se
dejaron llevar por sus impulsos y sus instintos, cada movimiento obtenía una
reacción, cada caricia, cada sonrisa, hasta que llegaron a ese punto en el cual
ninguno obtenía fuerzas del cielo como para poder proseguir, jadeantes y con
una sonrisa en sus labios se abrazaron hasta que interrumpió la noche.
El chico comenzó a vestir cariñosamente a la chica y después
prosiguió consigo mismo, ambos reflejaban una cara entre felicidad y tristeza,
no querían llegar a la despedida, ya que este adiós sería para siempre.
Wow... increible historia... felicito a kien la escribió
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