-Hola querida princesa-Dijo un chico entre las sombras.
Esta chica rápidamente se volteó y vio al chico de la polera
fluorescente, estaba confundida, el cielo se volvió amarillo y el piso en
estambre, el parque desapareció y en su lugar apareció un gran parque de
diversiones.
-Ven princesa vamos a divertirnos, nos quedan 3 días, disfrutémoslos
al máximo, toma mi mano y sígueme-Dijo el chico mientras sonreía.
Ella despreocupadamente tomó su mano dejándose llevar, subieron a muchos
juegos y aunque ella se marea con facilidad nada le ocurrió, quizás porque ese
lugar tenía una pizca de magia en sus dominios, comieron algodones de azúcar y
en un juego de destreza el chico se ganó un gato de peluche muy peculiar, éste
se lo obsequió a la chica, ese día fue una cita perfecta, lo ideal de un cuento
de hadas, todo era hermoso y ruidoso, ella volvió a sonreír.
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