Esta chica nuevamente fue dada de alta, a perdido la luz
y volvió a la monotonía, camina cabizbaja y sin noción del tiempo ni de qué la
rodea, vive con la esperanza de que el chico que le roba el aliento se dé
cuenta de su menuda existencia, lo espera pacientemente. . .
Amarrada de pies y manos piensa en lo que pasa, lo que
pasó y lo que podría pasar, no quiere llegar a aceptar una cosa así, ¿Seguir
confiando?, tantas veces a fallado, ¿Esta vez no será igual?, teme llegar al
olvido, quiere seguir caminando, levantarse y volver a empezar, presentarse y sonreír,
hacer más y más recuerdos, la distancia duele, los momentos, el olvido. . .
Ese chico esta tan inmerso en su corazón que cada
movimiento, palabra, objeto le recuerda su existencia, aún vive en la fantasía
de que nada ha cambiado, nada concluyó, su tristeza es producto de la
distancia, eso cree, "Quizás está ocupado", "Quizás debe
hacer. . .", "Quizás. . .", se auto-engaña con consuelos, en el
fondo sabe que el no hará nada para que esto cambie, pronto su realidad la
aplastará a tal punto de destruir por completo su fantasía, ahí será cuando
esta chica termine por cambiar por completo su ser y se convertirá en alguien
totalmente diferente, quizás alguien mejor, alguien amargado, alguien triste,
alguien solitario. . . Alguien muerto.
Ella piensa que si cree en la posibilidad de que ese
alguien intervendrá en su tristeza vivirá con una paz momentánea, porque si no
lo hace caerá mas fuerte y no lo resistirá.