Al llegar a la biblioteca del colegio cambió miradas con la encargada, la
chica se mordió la lengua suavemente y sonrió, la encargada le respondió
asintiendo. El colegio no posee una biblioteca amplia, al contrario, es una biblioteca muy
pequeña, con lo justo y necesario. Así que la chica pensó que no sería muy difícil
encontrar más trozos. . . Se equivocó.
Las horas transcurrieron y no encontraba nada, la chica primero pensó en un libro de historia, claro, fuertes luchas por el poder, años y años plasmados, una
lectura interesante, quizás se adecuaba al personaje que ella tenía en su
cabeza, pero se equivocó, cientos de libros y ninguno portaba algún
sentimiento.
-Qué raro, juraba que podría encontrarse por aquí- Pensó para sí la chica.
-¿No se te ocurrió nada mejor que historia?- Dijo una voz conocida.
-En realidad no, fue lo primero que se me vino a la mente, después lo
analice y creí que era lo correcto-
-Como todo en tu vida-
-ha, ha, ha, que chistoso-Dijo marcadamente la chica.
La historia no funcionó, -Quizás algo más primordial, algo que se use mucho
en clases-Pensó la chica, se meció efusivamente de un lado a otro tratando de
pensar, idear, concluir, intentar que algo ayudara, una pista, un deseo, que
algo se asome, pero nada funcionaba, probó con lenguaje, matemáticas, ciencias,
pero en ninguno de esos estaba. Después empezó a idealizarlo más, pensó que
quizás podría ser un artista, un músico o pintor, quizás un romántico
empedernido que leía poemas y novelas de drama, pero se equivocó nuevamente, no
había nada en los libros que entraban en esta categoría.
-Quizás es un chico de una categoría más avanzada, creo que lo subestimé-
Pensó la chica.
-¿Segura?-
-Por supuesto, no creo que haya algo en la lectura infantil, siento que este
chico es más profundo-
-¿Más profundo?, ¿Cómo qué?-
-Mmm, quizás inglés, el aprender otros lenguajes te abre muchas puertas,
quizás era un chico rico, ambicioso o simplemente estaba chiflado como para que
le guste inglés-
-A mí me gusta-
-Exacto- Respondió la chica con una sonrisa.
La chica buscó en todos los libros de inglés, desde el más básico hasta el más
avanzado, pero no encontró nada. . .
-¡Rayos!, esto se está volviendo complicado-Pensó la chica.
-A ti no te gusta lo complicado princesa mía-
-Sabía que eras tú unicornio, no puedes disfrazar tu voz por completo, no
puedes esconderte de mí-
-Ni en la tragedia me escondería de ti-
La chica suspiró-Que aburrido-
-Pensaste cosas muy interesantes, pero se te acaban las ideas-
-¿Acabar?, ¡Claro!, como la comida, cuando te queda poco, sólo lo mezclas-
-¿Eh?, ah, claro, a eso me refería. . .-
-Quizás es un chico profundo y loco-
-¿Loco?, no es mi pariente-
-Me refiero a que le gusta el inglés y a la vez es un chico profundo-
La chica miró la biblioteca confundida, cada rincón ella lo había recorrido,
muchos autores, colores y formas, tanto había visto que no recordaba esa
categoría, se sintió decepcionada de sí misma y a la vez desafiada.
-¿Qué haces niña?-Pregunta la encargada.
-¿Ah?, oh, disculpe, ¿He hecho mucho ruido?-Respondió la chica.
-No, pero si un desorden tremendo, ¿Qué buscas con tanto énfasis?-
-Un categoría, un libro, una carta, todo en un mismo paquete. . .-
-Oh, si me lo comentas quizás pueda ayudarte-
-No gracias, quiero buscarlo por mí misma- La chica no quería contarle su
secreto a alguien.
-Está bien, pero si necesitas algo puedes preguntarme-
-Gracias- La chica sonrió.
La chica buscó, buscó y siguió buscando, sentía que caminaba en círculos y
que veía los mismos títulos, una y otra vez, pero de pronto un sonido ensordecedor
se escuchó. Era la hora de cerrar.