domingo, 3 de noviembre de 2013

~Un nuevo libro~

    Al otro día todo fue lo mismo, exámenes, clases aburridas y un profesor de la voz amable que la miraba con frecuencia, con preocupación quizás, o solamente es un bicho raro. Después de clases la chica huyó de todas esas voces presuntuosas y falsas, corrió y corrió hasta llegar a su refugio. . .

-¡Buenas tardes!, hace tiempo que no venías, ya me estaba preocupando-Dijo la encargada.
-Lo siento, he estado distraída últimamente, no podría dejar de venir si estuviera en mis cabales, la biblioteca es mi lugar favorito-Respondió la chica.
-Ya lo creo, me llegaron algunos libros, si deseas echarles un vistazo, están en aquella estantería-Le señaló la estantería- no son muchos, pero por lo que he leído son muy buenos-Dijo la encargada.
-Gracias, creo que les echaré un vistazo.

    La chica fue al estante y había muchos, muchos libros, de todos colores y aspectos, algunos muy gastados y otros casi nuevos, la mayoría de los libros que almacena la biblioteca son donados por diferentes individuos, el colegio no goza de una gran economía. . . Pero hubo uno en particular que le llamó la atención, su portada es tenue y un poco atacada por la humedad, su letra era de un tamaño ideal y sus hojas algo rígidas, el nombre del libro a la chica le pareció extraño y algo gracioso, así que decidió llevárselo.

-Creo que me llevaré este- Le dijo a la encargada.
-¿Ese?, interesante elección, creo que es uno de los más gastados, cuídalo mucho, sabes que no suelo prestar los que están en esta condición, pero por ser a ti, puedes llevártelo, pero claro, cumple con el plazo-Dijo la encargada.
-Por supuesto, gracias por su confianza- Dijo la chica mientras se retiraba.

    Al volver a casa vio a un chico, una persona conocida sentada en el banco que tanto querían, una promesa se llevó a cabo allí, pero ella pensaba que él ya lo había olvidado, al pasar por ahí el chico la miro con mucha angustia, pero la chica solo lo miró de soslayo y siguió caminando, pensó varias veces en regresar, pero sabía que nada cambiaría.